UGT Castilla-La Mancha ha expresado su preocupación por el reciente incremento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en febrero, que ha registrado un aumento del 0,3% en términos mensuales. Aunque la comparación interanual muestra una ligera disminución del 0,1%, situando la inflación en un 2,7%, el sindicato ha advertido sobre la «preocupante evolución» de la inflación en el contexto actual. Esta característica se ve agravada por factores geopolíticos que podrían desatar nuevas tensiones en los precios, especialmente por las restricciones comerciales impuestas por la administración de Trump en Estados Unidos.
La situación tiene un impacto notable en Castilla-La Mancha, una región clave en la producción de tres productos esenciales para su economía: vino, aceite de oliva y queso manchego. En particular, la amenaza de Trump de imponer aranceles del 200% al vino proveniente de la Unión Europea podría comprometer millones de euros en ventas, afectando de manera directa a los productores de la región, que son referentes en la producción vinícola a nivel europeo.
Isabel Carrascosa, secretaria general de Empleo, Igualdad y Políticas Sociales de UGT en Castilla-La Mancha, ha señalado que las consecuencias de esta situación se pueden hacer sentir con mayor fuerza en los hogares, especialmente entre aquellos más vulnerables. Carrascosa ha destacado que los precios han registrado cinco meses consecutivos de aumentos en la región, lo que plantea un serio desafío a la economía familiar.
La dirigente sindical ha hecho un llamado para reforzar la senda de aumentos salariales como un medio fundamental para mejorar los ingresos de las familias trabajadoras. Ha subrayado que la tendencia inflacionaria está amenazando el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras, todo en un contexto marcado por la incertidumbre geopolítica y el creciente aumento de aranceles entre Europa y Estados Unidos. A pesar de estas dificultades, Carrascosa ha recordado que las empresas han acumulado márgenes de beneficios extraordinarios que podrían permitirles no solo absorber los costos adicionales derivados de la inflación, sino también aumentar los salarios de sus empleados sin poner en peligro su viabilidad económica.
vía: Diario de Castilla-La Mancha
