Este miércoles, los sindicatos UGT y CCOO han llevado a cabo concentraciones en las cinco capitales de provincia de Castilla-La Mancha, donde han exigido la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales. Durante las manifestaciones, los representantes sindicales denunciaron la negativa de partidos como el PP, Vox y Junts, a quienes acusaron de ignorar la realidad de millones de trabajadores en una cuestión que, según ellos, debería trascender la política y enfocarse en los derechos laborales. Diversas encuestas indican que más del 80% de los asalariados apoyan esta medida.
Ambas organizaciones destacaron que España ha mantenido la misma jornada laboral durante 42 años, mientras otros sectores, incluyendo la función pública, ya han implementado reducciones en sus horas de trabajo. Desde UGT, se argumentó que la reducción de la jornada beneficiaría a más de 12,5 millones de trabajadores, instando a los partidos que se oponen a reflexionar sobre su responsabilidad en la mejora de la calidad de vida de la clase trabajadora.
Aunque los sindicatos anticipan que la votación parlamentaria probablemente rechace la reforma, han declarado su intención de seguir movilizándose, reiterando que «los derechos sociales se conquistan con lucha». Además, CCOO criticó el uso de enmiendas a la totalidad para bloquear el debate en el Parlamento, calificando esta acción como un «secuestro de la democracia».
Las concentraciones hicieron hincapié en la necesidad de que la reducción de la jornada laboral favorezca especialmente a sectores feminizados como la hostelería, el comercio y el ámbito sociosanitario, donde los contratos parciales y los bajos salarios son predominantes. Ambos sindicatos también coincidieron en la importancia de establecer un control horario efectivo en las empresas, denunciando el uso indebido de horas extra no remuneradas, lo que podría traducirse en pérdidas anuales de hasta 7.000 euros para los trabajadores.
Los asistentes expresaron su deseo de «pedir tiempo de vida para la vida», dejando claro que un posible rechazo parlamentario fortalecería su lucha en lugar de desalentarla. Las manifestaciones se llevaron a cabo simultáneamente en Cuenca, Toledo, Albacete, Guadalajara y Ciudad Real.
En Toledo, la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón, asistió a la concentración y aseguró a los representantes de UGT y CCOO el compromiso del Ejecutivo de Pedro Sánchez con la reducción de la jornada laboral y la mejora de las condiciones de trabajo. Tras reunirse con los líderes sindicales, Tolón enfatizó que, si el Congreso no aprueba la reforma, serán los partidos opositores los que tendrán que justificar su voto en contra de una medida que podría beneficiar a millones de trabajadores. Además, destacó que el Gobierno español sigue una hoja de ruta clara en material laboral, recordando avances como la reforma laboral, el aumento del Salario Mínimo Interprofesional en un 60% y el incremento de las pensiones.
vía: Diario de Castilla-La Mancha