El Almagro FSF ha comenzado el 2025 con la misma determinación que mostró al finalizar el 2024, manteniendo firme su compromiso con los ambiciosos objetivos que se propusieron al inicio de la temporada. A pesar de los desafíos que se vislumbran en el horizonte y las dificultades que siempre surgen en el camino, la plantilla se muestra motivada y enfocada en su meta de ascenso a la Primera División.
Desde el inicio de la temporada, el equipo ha evidenciado una notable madurez y capacidad de adaptación frente a los retos, incluyendo la gestión de lesiones clave en su plantilla. Esta habilidad para superar adversidades ha permitido que las ausencias no afecten su rendimiento en el terreno de juego. La resiliencia del Almagro FSF se hizo patente en su reciente victoria contra el Martos, un triunfo que no solo fortalece la moral del equipo, sino que también les permite cerrar la primera vuelta de la competición de forma exitosa.
De cara a la segunda vuelta, el próximo desafío será contra el Playas de Málaga, un adversario que ha demostrado ser competitivo en las últimas jornadas y que no debe ser subestimado. Este encuentro representa una oportunidad para alinear fuerzas y comenzar la segunda mitad de la temporada con impulso renovado.
No obstante, el club también ha tenido que lidiar con desafíos fuera del campo. A pesar de los esfuerzos de la directiva por incorporar nuevas jugadoras a la plantilla, los obstáculos burocráticos en España han frenado el fichaje de una jugadora internacional cuya incorporación ya estaba acordada. Estos retrasos administrativos han desvanecido, al menos por el momento, la expectativa de fortalecer el equipo antes de la Copa América. Con el mercado de fichajes cerrado, el Almagro FSF se enfocará en maximizar el potencial de las jugadoras actuales y buscará culminar la temporada como campeonas, demostrando que el verdadero valor del equipo radica en su cohesión y determinación.