En un apacible barrio de Madrid, una reciente renovación ha captado la atención de aquellos apasionados por el diseño de interiores. Se trata de un hogar que fusiona la esencia vibrante de Marrakech con elementos contemporáneos, creando un espacio que irradia calidez y sofisticación. La transformación fue liderada por la diseñadora Inés López, quien, inspirada por su viaje a Marruecos, decidió plasmar la armonía y el estilo de los riads en su propio hogar.
El nuevo diseño presenta una paleta de colores cálidos que abarca desde rojos intensos hasta suaves tonos de rosa, proporcionando un respiro visual reconfortante. Cada habitación ha sido convertida en una sinfonía de estilos, con paredes revestidas de un papel pintado floral que complementa los tonos rojizos, añadiendo una sensación vintage que realza el carácter del espacio. En el salón, las elecciones de diseño se destacan con un elegante sofá de terciopelo rosa pálido y una alfombra persa en tonos terracota, los cuales unifican el ambiente con un acogedor resplandor, mientras que las cortinas borgoñas matizan la luz de manera sutil.
Uno de los elementos más audaces de la renovación es el papel pintado, con motivos inspirados en la estética de la mitad del siglo XX. Las flores pintadas a mano adornan tanto las paredes como los techos, creando una atmósfera envolvente que otorga singularidad a cada rincón de la casa. El comedor, por su parte, juega con contrastes entre tonos rosados y dorados, evocando los lujosos salones de té europeos, mientras que la mesa central de madera oscura y las sillas tapizadas en un profundo rojo añaden un toque de elegancia.
Inés comparte que el equilibrio ha sido la clave del éxito de su proyecto. «Los colores rojos y rosas necesitan ser gestionados con cuidado», afirma. «Con muebles sobrios y el papel pintado adecuado, hemos logrado un espacio acogedor donde toda la familia disfruta de su tiempo». Este trabajo no solo resalta su creatividad, sino que también ha inspirado a los vecinos del barrio, quienes ahora buscan imitar esta fusión de estilo y hospitalidad en sus propios hogares.
El resultado de esta renovación no solo pone en evidencia la visión y audacia de Inés, sino que también establece un nuevo estándar de estilo en la comunidad, consolidando su hogar como un referente de buen gusto y sofisticación en Madrid.