El Formac Villarrubia se enfrenta a una intensa semana en el mundo del fútbol, comparable a una exigente etapa de montaña en ciclismo. Enfrentando un agotador calendario, el equipo se prepara para jugar dos partidos de liga y, además, disputar la final de la Copa Diputación de Ciudad Real contra el Socuéllamos, en un periodo de transición entre octubre y noviembre. Este maratón de encuentros representa no solo un desafío por la acumulación de partidos, sino también por el desgaste físico que ya está afectando al vestuario, marcado por diversas lesiones.
El objetivo inminente del Formac Villarrubia es el partido contra el Azuqueca, un rival conocido por variar drásticamente su rendimiento en función de si juega en casa o fuera. El equipo dirigido por Darío llega con la moral alta tras un triunfo significativo ante el Manzanares, aunque enfrenta serias dificultades relacionadas con la disponibilidad de su plantilla, debido a la baja de varios jugadores clave. La capacidad del Villarrubia para adaptarse a las circunstancias será crucial en lo que se anticipa como uno de los partidos más desafiantes de la temporada.
En la previa, el entrenador Darío ha destacado la sólida estrategia del Azuqueca jugando como local, lo que añade un nivel de complejidad al encuentro. Sin embargo, también ha expresado confianza en que su equipo mantenga el nivel competitivo necesario para llevarse los tres puntos en juego. Este partido no solo es vital para las aspiraciones del Villarrubia en la liga, sino que también servirá para consolidar el ánimo y la condición física del vestuario en esta etapa tan exigente del campeonato. El enfrentamiento, previsto para este domingo a las 12 de la mañana, se podrá seguir en directo a través de Diario de Castilla-La Mancha, lo que promete ser un espectáculo de táctica y resistencia en el campo.
