Un equipo de investigadores que incluye a Guadalupe Sabio, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), y Cintia Folgueira, del CNIO y el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), ha realizado un descubrimiento crucial en la lucha contra la obesidad. Han identificado un mecanismo que permite a la grasa parda, un tipo de tejido adiposo, generar más calor, lo que podría contribuir significativamente a la pérdida de peso y ofrecer nuevas expectativas en el tratamiento de enfermedades relacionadas con la obesidad.
El estudio se centra en la proteína MCJ, que se encuentra en las mitocondrias de la grasa parda y es fundamental para la termogénesis, el proceso mediante el cual el cuerpo produce calor. Sabio ha subrayado que este mecanismo sigue activo en personas obesas, incluso cuando otros procesos conocidos se detienen. Durante los experimentos, el equipo observó que la eliminación de la proteína MCJ en ratones resultaba en un aumento de la producción de calor en la grasa parda, favoreciendo así la pérdida de peso y protegiendo a los sujetos de enfermedades como la diabetes y el hígado graso. Este hallazgo se fundamenta en el análisis de proteínas alteradas en individuos con obesidad, donde se detectó una disminución de la proteína MCJ en la grasa subcutánea.
Este avance sugiere que, si se logra modular la proteína MCJ en humanos, podría ser posible desarrollar nuevas terapias para combatir la obesidad. Aunque se encuentra en una etapa inicial, la investigación abre puertas a la creación de fármacos que aprovechen este mecanismo natural, representando una potencial nueva generación de tratamientos. Este método podría además ofrecer una alternativa más eficaz para aquellos en los que las intervenciones convencionales, como dietas o ejercicios, no producen el resultado deseado.
Guadalupe Sabio, originaria de Badajoz, ha alcanzado considerable reconocimiento en la comunidad científica española, siendo galardonada con la Medalla de Extremadura en 2022. Su dedicación a cuestiones como la obesidad refleja su compromiso con los problemas de salud globales. “La ciencia tiene el poder de mejorar la vida de las personas. En mi caso, el aumento de la obesidad y sus consecuencias motivó mi interés en este campo,” comentó Sabio. Su liderazgo en investigaciones en instituciones de vanguardia como el CNIO y el CNIC la han consolidado como una figura prominente en el ámbito de la investigación biomédica, inspirando a futuros científicos y profesionales en el área de la salud.
