Este viernes, Castilla-La Mancha ha dado la bienvenida a 173 menores saharauis que forman parte del programa ‘Vacaciones en Paz’, una iniciativa solidaria que data desde 1979 y que busca brindar a los niños saharauis la oportunidad de disfrutar de un verano diferente en España. Estos ‘pequeños embajadores’ llegan a la región para escapar del calor extremo de su tierra natal, recibir atención médica, seguir aprendiendo español y, sobre todo, estrechar lazos con las familias españolas.
Elena Pérez de Vargas Villanueva, portavoz de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Talavera y Comarca, ha destacado la importancia de este programa en términos humanitarios, educativos y de sensibilización ante la difícil situación que enfrenta el pueblo saharaui. ‘Vacaciones en Paz’ no solo busca proporcionar a los niños saharauis una experiencia enriquecedora, sino también concienciar sobre la situación política y el desplazamiento forzado que han vivido durante décadas.
Después de un descenso en el número de acogidas en los últimos años, el 2023 marca un aumento significativo en la cantidad de niños saharauis acogidos en comparación con el año anterior. Además, la duración de la estancia se ha extendido a dos meses, restableciendo la duración habitual tras las complicaciones del año pasado debido a la pandemia de Covid-19.
En esta ocasión, los niños pudieron llegar directamente a Madrid, facilitando su entrada al país en comparación con el año pasado. Esta noticia positiva se complementa con la distribución de los niños en varias provincias de Castilla-La Mancha, donde 18 asociaciones se han unido para acoger a un total de 173 niños, siendo Toledo, Guadalajara, Albacete y Ciudad Real las provincias beneficiadas.
‘Vacaciones en Paz’ es mucho más que un programa de acogida temporal, es una muestra de solidaridad y compromiso social y político con el pueblo saharaui. Originado por el Partido Comunista de España en respuesta a la Marcha Verde, este programa ha evolucionado hasta convertirse en un pilar fundamental de la solidaridad con el pueblo saharaui, demostrando la generosidad y empatía de las familias de acogida y la comunidad de Castilla-La Mancha.
En resumen, la llegada de estos 173 niños saharauis a Castilla-La Mancha no solo representa un gesto de humanidad, sino también un acto de apoyo y solidaridad con una causa justa y necesaria. La acogida de estos ‘pequeños embajadores’ enriquecerá la vida de las familias españolas y contribuirá a fortalecer los lazos entre los pueblos saharaui y español.
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