En un lamentable suceso ocurrido en la madrugada del 2 de octubre, la Asociación de Belenistas de Guadalajara ha sufrido un acto vandálico que ha provocado serios daños en sus instalaciones. Según se ha reportado, un grupo o individuo no identificado ingresó al local, provocando destrozos y sustraendo material valioso, entre el que destaca cable eléctrico. Además, varias figuras navideñas que estaban siendo preparadas para las próximas celebraciones han resultado dañadas.
Ante esta situación, la asociación ha presentado una denuncia ante las autoridades competentes, aunque hasta el momento no se han logrado identificar a los responsables del ataque. Este acto ha generado una gran preocupación entre los miembros de la Asociación, quienes expresan su temor de que los daños sufridos puedan derivar en una repercusión negativa para la inauguración de los belenes y exposiciones programadas para los días venideros.
Pilar Ruza, tesorera de la Asociación de Belenistas, ha manifestado su optimismo respecto a que, a pesar de esta desafortunada circunstancia, no se vean alterados los plazos de apertura. Sin embargo, ha señalado que el ataque vandálico ha desmantelado gran parte del taller, donde fueron arrojadas figuras y enseres, así como aplastadas varias obras en proceso. Además, se han vaciado muebles que contenían documentos y extintores. La mayor dificultad que enfrentan ahora es la pérdida total de herramientas eléctricas, lo que podría limitar su capacidad para trabajar y complicar la finalización de los belenes.
Aunque algunas de las obras que deberían ser presentadas al Ayuntamiento y la Diputación estaban próximas a culminarse, la carencia de herramientas y el escaso tiempo para trabajar han llevado a la Asociación a replantearse las fechas de inauguración previamente establecidas. Sin embargo, Ruza mantiene su esperanza de que, pese a los contratiempos, logren cumplir con los plazos establecidos.
La comunidad de la asociación ha condenado de manera unánime este ataque, considerándolo un atentado contra el patrimonio cultural. Las repercusiones de este acto no solo implican daños materiales, sino que también han generado un impacto emocional considerable entre quienes dedican su tiempo y esfuerzo a preservar la tradición del belenismo en la región.
vía: Diario de Castilla-La Mancha