La semana del Viña Albali Valdepeñas ha estado llena de desafíos y cambios inesperados. Después de enfrentar un fuerte varapalo en la competición, el equipo tuvo que lidiar con la sorpresiva renuncia de su entrenador, Ricardo Íñiguez. Sintiéndose incapaz de continuar, Íñiguez dejó su puesto, lo que generó incertidumbre en el seno de la plantilla. Sin embargo, la situación dio un giro rápido con la llegada de Álvaro Martínez, un técnico granadino que fue presentado poco después como su sucesor. Martínez, acompañado de su asistente Víctor Beas, se puso manos a la obra, intentando infundir un enfoque positivo en el equipo en medio de un periodo crítico.
El encuentro del equipo comenzó con buenas noticias, ya que a los tres minutos, Pol Pacheco logró un impresionante gol que colocó al Viña Albali Valdepeñas en ventaja. Los jugadores mantuvieron este marcador hasta el descanso, mostrando una actitud competitiva en el primer tiempo. Sin embargo, la segunda parte del partido reveló los retos persistentes que han marcado la temporada. En solo seis minutos, los rivales lograron revertir la situación, generando una sensación de déjà vu entre los aficionados, que han visto caer a su equipo en numerosas ocasiones esta temporada.
A pesar de estas adversidades, el equipo dirigido por Martínez mostró una destacada resiliencia, creando múltiples oportunidades para recuperar la ventaja. El esfuerzo del grupo dio sus frutos en los momentos finales del partido, cuando, a tan solo dos minutos del final, el mismo Pacheco se alzó como el salvador al anotar su segundo gol personal y asegurar un empate para su equipo. Aunque el resultado no es suficiente para aliviar todas las tensiones ni para cumplir con las altas expectativas del club, sí representa un valioso punto que frena una racha negativa y evita que el equipo caiga por completo en la zona de descenso.
Con la mirada puesta en los próximos encuentros, el Viña Albali Valdepeñas sabe que su futuro en la liga dependerá no solo de su rendimiento, sino de los resultados de otros equipos, lo que añade un elemento de incertidumbre a sus próximas semanas. La afición aguarda con esperanza, mientras el nuevo cuerpo técnico trabaja incansablemente para revertir la suerte del cuadro azulón.