El líder de Vox, Santiago Abascal, anunció la decisión del Comité Ejecutivo Nacional de su partido de romper con el Partido Popular en cinco autonomías: Castilla y León, Comunidad Valenciana, Murcia, Aragón y Extremadura. La crisis surgió por el desacuerdo sobre el acogimiento de 347 menores migrantes, medida respaldada por el PP y rechazada por Vox. La ruptura ha generado consecuencias inmediatas en los gobiernos autonómicos, con la cancelación de actos oficiales y reuniones de los consejeros de Vox en las regiones afectadas. Esta decisión podría tener implicaciones significativas para la gobernabilidad en estas regiones y marca un nuevo capítulo en la política española. El futuro de la coalición derechista y las relaciones entre Vox y el PP estarán en juego en las próximas semanas.
