Al cerrar el año 2024, Santi Urdiales ha compartido una reflexión introspectiva que capta la esencia de esta época de transición. En su mensaje, se percibe una mezcla de sentimientos: la tristeza por despedir un período lleno de experiencias valiosas y la satisfacción por haber culminado un ciclo significativo tanto a nivel personal como profesional. Estas palabras resonan profundamente en todos aquellos que han seguido su trayectoria, subrayando la agridulce naturaleza de los finales y los nuevos comienzos.
El BM Caserío Ciudad Real, equipo con el que Urdiales mantiene una estrecha relación, se encuentra en la recta final de la temporada con la firme intención de cerrar 2024 con logros que reflejen su dedicación y esfuerzo. El deseo de poner un «broche dorado» a este año manifiesta un compromiso absoluto por alcanzar la excelencia, tanto dentro como fuera de la cancha. Este objetivo trasciende el ámbito deportivo, involucrando también la consolidación de la comunidad y el fortalecimiento de los lazos entre sus integrantes, aspectos clave para el éxito en el futuro.
A lo largo de 2024, el equipo ha enfrentado numerosos desafíos y ha celebrado triunfos que han puesto a prueba su habilidad y cohesión. Cada partido, cada entrenamiento y cada momento compartido fuera del campo han sido piezas fundamentales para forjar un conjunto más sólido y unido, listo para afrontar con optimismo las oportunidades que se presenten. Así, el cierre de este año se caracteriza por la combinación de nostalgia y expectativa, marcando el final de un capítulo memorable en la vida del equipo y de Santi Urdiales.
