El regreso de «Caiga quien caiga» a Telecinco, tras diecisiete años de ausencia, ha sido recibido con una tibia acogida, logrando apenas un 9% de cuota de pantalla y 1.128.000 espectadores en su estreno. A pesar de la intención de recuperar el tono irreverente y gamberro que lo llevó al estrellato en el pasado, el programa no logró resonar con la audiencia como esperaban sus responsables.
En su retorno, «Caiga quien caiga» buscó abordar la actualidad política desde una perspectiva humorística y crítica, aunque esto no fue suficiente para captar el interés del público. Con momentos de tensión e ironía, el programa destacó la labor de sus reporteros, quienes no dudaron en señalar la importancia de la memoria y la verdad en un contexto donde la desinformación es cada vez más frecuente. La crítica política, elemento distintivo del programa, fue una constante a lo largo del episodio.
Durante el estreno, los reporteros aprovecharon para lanzar pullas hacia diversas figuras públicas, generando momentos curiosos. Violeta Muñoz, por ejemplo, se acercó a la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, recordándole que «Caiga quien caiga» fue el programa que la hizo famosa. La ironía y el humor ácido se mantuvieron presentes, tocando incluso otros espacios televisivos, como «El Hormiguero», en un guiño a la competencia.
El programa también se destacó por su humor mordaz. Desde figuras icónicas de Telecinco, como Ana Rosa Quintana, hasta la monarquía, todos fueron objeto de bromas y críticas. Se realizaron comentarios sobre la posibilidad de que Elon Musk ganara el Premio Nobel de la Paz, mientras que se insinuaba que Ana Rosa podría optar al Premio Nobel de Literatura, en un claro guiño a las acusaciones de plagio que había recibido la periodista. A su vez, se aludió a la familia real española de manera irónica, entrelazando referencias a la serie «Culpa Tuya» con la figura de los Borbones.
Aunque «Caiga quien caiga» mantuvo su esencia provocativa, lo cierto es que el formato no consiguió alcanzar el impacto que tuvo en sus mejores épocas, reflejando una desconexión con el público actual que dejó a muchos preguntándose qué rumbo tomará el programa en el futuro.