El Gobierno de Castilla-La Mancha ha anunciado hoy la nueva Orden de Vedas de Pesca 2025, presentada por la Consejería de Desarrollo Sostenible. Esta normativa tiene como principal objetivo regular la práctica de la pesca en la región para proteger la biodiversidad y promover una actividad pesquera sostenible. La regulación especifica los períodos en los que se permite pescar, las tallas mínimas y los límites de captura, con el fin de garantizar la conservación de los ecosistemas acuáticos.
Entre las novedades de esta orden se encuentra la delimitación de aguas de régimen especial y refugios de pesca, donde se restringirá la actividad pesquera para proteger las especies autóctonas. José Almodóvar, viceconsejero de Medio Ambiente, destacó la importancia de esta regulación como un paso decidido hacia la preservación de la pesca en ríos y lagos, siempre con un enfoque en el respeto al medioambiente. Asimismo, enfatizó la necesidad de proteger la biodiversidad para que futuras generaciones puedan disfrutar de este patrimonio natural.
La nueva normativa incluye restricciones relevantes, como la prohibición del cebado de aguas en zonas trucheras antes o durante la pesca, y establece que solo se podrán comercializar ejemplares de tenca y trucha arcoíris. Se han fijado requisitos sobre los cebos permitidos, que varían según el tipo de agua y su nivel de protección. Asimismo, se han actualizado los límites geográficos de los refugios de pesca.
Los concursos de pesca seguirán permitidos, aunque se realizará un máximo del 50% de los fines de semana y festivos del año, y deberán cumplir con estrictos requisitos para minimizar el impacto en el entorno natural. Además, cada comarca contará con regulaciones adaptadas a sus ecosistemas, incluyendo la delimitación de cotos intensivos y zonas vedadas, adaptando la normativa a las características específicas de cada provincia.
En cuanto a las especies exóticas invasoras, la nueva Orden de Vedas incluye medidas concretas para su control y erradicación. Se han delimitado áreas específicas donde se permitirá su captura para mitigar su impacto ecológico y se han reforzado las restricciones sobre su transporte y comercialización. Almodóvar destacó que estas acciones no solo protegen a las especies autóctonas, sino que también fomentan una cultura de pesca responsable, beneficiando a los ecosistemas y a los pescadores. Se prohíbe la liberación de especies invasoras en el medio natural y se insta a los pescadores a colaborar en su detección y control.
En relación a las licencias de pesca, cada año se expiden alrededor de 75.000 en Castilla-La Mancha, facilitando el acceso a miles de aficionados. Aproximadamente la mitad de estas licencias son gratuitas, permitiendo que los residentes disfruten de esta actividad, mientras que unas 37.000 son de pago, reflejando el interés de pescadores de otras regiones por practicar este deporte en los ríos y embalses de la comunidad. La emisión de estos permisos es fundamental para regular la actividad pesquera y asegurar la sostenibilidad de los ecosistemas acuáticos.
vía: Diario de Castilla-La Mancha
