La iniciativa «Cuenta con los lácteos europeos» ha emergido como una protagonista destacada en la temporada festiva, subrayando la relevancia de los productos lácteos en la cocina sostenible. En medio del aumento del consumo durante las celebraciones navideñas, la Organización Interprofesional Láctea (InLac) ha lanzado una campaña, respaldada por la Unión Europea, para abordar el persistente problema del desperdicio alimentario, que en España se traduce en más de 1.125 millones de kilos anuales de alimentos desperdiciados.
La campaña tiene como objetivo fomentar prácticas de cocina enfocadas en el aprovechamiento, animando a las familias a planificar mejor sus compras, ajustar las porciones y reutilizar alimentos, especialmente los lácteos como la leche, el yogur y el queso. Según InLac, estos ingredientes son fundamentales para convertir las sobras en platos sabrosos y nutricionalmente equilibrados. Javier Roza, presidente de InLac, resalta la importancia de las decisiones conscientes, enfatizando que aprovechar los alimentos no solo beneficia al bolsillo de los consumidores, sino que también cuida del medio ambiente al reduciendo la huella de carbono asociada al desperdicio alimentario.
Para reforzar el mensaje, la campaña ha trabajado junto al artista 72kilos, quien ha creado una pieza gráfica que destaca el compromiso con la sostenibilidad. Este diseño, realizado tanto para Bélgica como para España, busca concienciar de manera sencilla y emotiva, evocando la sabiduría de los abuelos en la reutilización de alimentos y rescatando recetas tradicionales como un tributo a la cocina de tiempos pasados.
La problemática del desperdicio de alimentos es especialmente crítica en el presente, no solo por sus implicaciones económicas, sino también por su estrecha conexión con el cambio climático. En este sentido, InLac subraya el rol de los lácteos dentro del concepto de «supra-reciclaje» culinario, promoviendo la reutilización de sobras para crear comidas que no solo tengan un mayor valor sino que además impliquen un menor impacto ambiental.
Esta campaña representa más que una simple exhortación al consumo responsable; es un esfuerzo por reforzar el papel de los lácteos europeos como aliados claves en la lucha contra el desperdicio alimentario. Se destaca que cada elección de un producto lácteo está contribuyendo significativamente a esta causa global, promoviendo una cocina más sostenible y consciente.
