El sector inmobiliario en España ha alcanzado un hito significativo en el primer trimestre de 2025, registrando un récord de 184.100 empleos, cifra que supera por primera vez la barrera de los 180.000 ocupados, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este avance pone de manifiesto la solidez y el dinamismo del mercado actual.
Carlos Bajo, director general de Laborde Marcet, una consultora inmobiliaria especializada, subraya que estamos ante un momento histórico para el sector. El crecimiento se debe a una serie de factores estructurales, siendo el más destacado el aumento de la demanda de viviendas en alquiler, especialmente en áreas urbanas. Esta dinámica ha generado una necesidad creciente de profesionalizar la gestión patrimonial y la intermediación en el mercado.
La tendencia al alquiler, que se ve reforzada por la escasez de viviendas en venta y una saludable actividad en el mercado de segunda mano, ha impulsado un incremento en las operaciones, lo que a su vez ha generado más empleo para agencias y consultoras. Asimismo, el modelo ‘build to rent’ ha cobrado relevancia, apoyado por la entrada de fondos institucionales y operadores nacionales, creando nuevas oportunidades y perfiles técnicos en el sector.
La inversión, tanto nacional como internacional, junto con la transformación digital, están elevando las exigencias del mercado inmobiliario, resultando en un proceso de mayor profesionalización. Las perspectivas para el futuro son optimistas; Bajo destaca que la combinación de alta demanda de vivienda, nuevos modelos residenciales y la digitalización está creando un entorno propicio para el empleo de calidad.
Este proceso de transformación no solo está atrayendo talento cualificado, sino que también está consolidando nuevas profesiones dentro del sector. De esta manera, el mercado inmobiliario se posiciona como un motor crucial de empleo en la economía española, redefiniendo su actividad y fortaleciendo su relevancia.
