En medio de la serena campiña andaluza, se encuentra una joya arquitectónica que combina tradición y elegancia rústica, la casa de campo de la renombrada diseñadora y empresaria Vicky Martín Berrocal. Este refugio personal no solo manifiesta su estilo único, sino que también establece un fuerte vínculo con la rica herencia cultural de la región.
Rodeada por la frondosa vegetación y los interminables olivares que son emblemas de la tierra andaluza, la propiedad de Martín Berrocal emana un aura de simplicidad y calidez. Su predilección por los tonos terracota, verdes suaves y blancos dominantes infunde a la residencia una atmósfera de luminosidad y serenidad. El mobiliario, cuidadosamente seleccionado, mezcla piezas de madera reciclada con antigüedades y detalles contemporáneos, capturando perfectamente la esencia ecléctica de su estilo.
El corazón del hogar se encuentra en el salón principal, un espacio diseñado para el confort y la convivencia. Allí, visitantes y residentes son acogidos por amplios sillones de texturas suaves y cálidas alfombras de yute, todos dispuestos alrededor de una imponente chimenea de piedra que promete noches de charlas íntimas y risas compartidas. Las paredes, decoradas con obras de talentosos artistas locales, enriquecen la escena con un toque de autenticidad y conexión regional.
La cocina, otro de los elementos esenciales de la casa, se erige como un homenaje a las tradicionales cocinas andaluzas. Con azulejos de cerámica pintados a mano y una sólida mesa de madera como protagonista, este espacio invita a la reunión familiar y al deleite gastronómico. Cada utensilio ha sido escogido con esmero, evocando recuerdos y exaltando la cultura local.
El exterior no queda atrás en encanto. Un generoso patio florido da cobijo a una exuberante colección de plantas autóctonas y hierbas aromáticas, formando un idílico retiro para las apacibles noches de verano. Zonas de relajación cuidadosamente diseñadas, con sofás confortables y un comedor al aire libre, transforman las cenas bajo las estrellas en una costumbre entrañable.
La residencia de Vicky Martín Berrocal trasciende ser un simple hogar para convertirse en un oasis de paz que celebra la tradición y la creatividad. Con un ojo meticuloso para los detalles, la diseñadora ha tejido un entorno que irradia autenticidad y tranquilidad, reflejando de manera fiel su amor por la naturaleza y el apacible ritmo de la vida campestre.
