La viceconsejera del Gobierno de Castilla-La Mancha, Carmen Teresa Olmedo, participó el pasado jueves en la presentación del libro ‘Piedra, papel y mecenas. Historia del convento mercedario de Nuestra Señora de la Concepción, Ciudad Real ss. XVI a XX’, obra de Pilar Molina Chamizo. En el acto, celebrado por la Asociación de Amigos del Museo de Ciudad Real – Convento de La Merced, Olmedo transmitió sus felicitaciones en nombre del presidente regional, Emiliano García-Page, destacando la importancia de esta obra que pone en valor la historia de uno de los edificios más representativos de la ciudad.
Durante su intervención, la viceconsejera subrayó que el convento de La Merced ha sido un símbolo en Ciudad Real desde su construcción en la primera mitad del siglo XVII, evolucionando a lo largo de sus cuatro siglos de existencia para cumplir diversas funciones: de convento a instituto y, finalmente, a centro expositivo. Olmedo enfatizó que el libro viene a complementar investigaciones anteriores, centrándose en la etapa conventual del edificio y abarcando desde su difícil inicio hasta su declive en el siglo XIX y posterior renacimiento como instituto de enseñanza.
Además, Olmedo destacó la conexión especial que tiene la autora con el edificio, ya que ha trabajado allí durante muchos años. También explicó que el convento ocupa una superficie de 2,064 metros cuadrados y fue cedido por el Estado a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en 2004, convirtiéndose en un referente cultural para la región.
La viceconsejera recordó que el Museo de La Merced forma parte integral de la vida cultural de Ciudad Real y anunció que actualmente se están realizando obras de mejora con una inversión de 400,000 euros. Este centro cultural, del que el Gobierno regional se siente muy orgulloso, ha sido parte activa de la oferta cultural de la ciudad.
Con una historia que se remonta a 1621, cuando comenzó su construcción, el convento fue finalizado en 1674 gracias al patrocinio de Álvaro Muñoz de Figueroa. Tras ser desamortizado en 1835, el edificio se transformó en un Instituto de Segunda Enseñanza en 1843, manteniendo su relevancia educativa hasta 1995.
Olmedo también mencionó las obras de rehabilitación del edificio, que culminaron en 2007, y que incluyeron la restauración de la antigua escalera y la instalación de un ascensor panorámico para mejorar la accesibilidad. Esta intervención se acompañó de una gran exposición que atrajo a más de 25,000 visitantes, poniendo de manifiesto la riqueza del arte contemporáneo presente en la región.
vía: Diario de Castilla-La Mancha
