La escalada de la guerra en Gaza se torna cada vez más inminente con el despliegue del portaaviones estadounidense Gerald Ford, junto con su flota, hacia la costa de Haifa, en el norte de Israel. Esta medida se ha tomado en respuesta a la creciente tensión y la posibilidad de un conflicto total con Hezbolá, lo que refleja la gravedad de la situación en la región.
El Gerald Ford, considerado el portaaviones más avanzado de la Marina de los Estados Unidos, ha sido enviado a las aguas cercanas a Haifa como una medida preventiva y de disuasión frente al aumento de las hostilidades entre Israel y Hezbolá. Este movimiento estratégico busca mostrar el apoyo de Estados Unidos a su aliado israelí y enviar un mensaje contundente a Hezbolá sobre las posibles consecuencias de una escalada militar.
La tensión entre ambas partes ha ido en aumento en las últimas semanas, con enfrentamientos esporádicos y un intercambio de amenazas que ha elevado la situación. Hezbolá, el grupo militante respaldado por Irán, ha intensificado sus actividades en la frontera norte de Israel, desencadenando respuestas militares por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel. Estos hechos han generado preocupación por la posibilidad de una guerra de gran envergadura en la región.
