El temido rey de las profundidades: el habitante venenoso del Mediterráneo

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El calor veraniego invita a disfrutar del mar, pero este año algunos bañistas han encontrado sorpresas poco agradables bajo las aguas tranquilas. En Valencia, por ejemplo, tres playas ondean la bandera roja debido a la contaminación bacteriana, una advertencia seria que aconseja evitar el baño. Más allá de estas alertas, otro peligro acecha en las costas españolas: el pez escorpión, también conocido como pez araña o víbora de mar.

Este astuto habitante marino es un experto en camuflaje, ocultándose en los fondos arenosos poco profundos, especialmente en aguas mediterráneas, aunque su presencia no está limitada a esta región. Con un cuerpo alargado de tonos pardos y ojos prominentes, puede pasar desapercibido, a menos que suceda lo peor: si se siente amenazado, clava sus seis espinas venenosas, inyectando un veneno que provoca un dolor intenso y punzante.

Los síntomas de una picadura son fáciles de identificar: ardor inmediato, hinchazón y enrojecimiento. En casos más graves, pueden surgir náuseas o fiebre. Ante esto, es fundamental salir del agua de inmediato y aplicar agua salada y calor local (mínimo 40 °C) durante 30 a 90 minutos para desactivar la toxina. Es crucial evitar succionar el veneno o cortar la herida, ya que estas acciones podrían agravar la situación. Si el malestar persiste, buscar atención médica es esencial.

Mientras algunos eligen playas dog-friendly para disfrutar del verano con sus mascotas, otros deben estar atentos a estos riesgos invisibles. Aunque el pez escorpión no es agresivo por naturaleza, su picadura sirve como recordatorio de que el mar, aunque parezca apacible, tiene sus propios desafíos. En redes sociales, como ha alertado el usuario @nuncallovioque, se ha reportado un aumento de encuentros con esta especie en Galicia, donde los niños que juegan cerca de la orilla son especialmente vulnerables. Las autoridades costeras instan a todos a prestar atención a las señalizaciones y a consultar a los socorristas ante cualquier duda.

Este verano, el descanso y la diversión van de la mano con la prudencia. Aunque los planes más simples, como un chapuzón o un paseo por la orilla, pueden parecer inofensivos, la naturaleza siempre puede tener la última palabra.