Un reciente estudio ha revelado que más del 52% de las reclamaciones realizadas por pasajeros aéreos en 2024 fueron rechazadas sin justificación por las aerolíneas. Este hallazgo, parte de un informe de AirHelp, empresa especializada en la gestión de derechos de los viajeros, pone en evidencia una serie de pretextos utilizados por las aerolíneas para evadir sus responsabilidades, a pesar de que un gran número de pasajeros tiene derecho a compensaciones por retrasos, cancelaciones y pérdidas de conexión.
El informe indica que de los 2,2 millones de pasajeros que iniciaron un viaje en España con derecho a indemnización, aproximadamente 1,14 millones podrían no haber recibido el reembolso al que tenían derecho. Las aerolíneas están presionando para modificar las normas de compensación, tratando de aumentar el período necesario para que se apliquen las compensaciones de 3 a 5 horas, a pesar de ya estar evadiendo la legislación vigente.
Entre las justificaciones más comunes para evitar las compensaciones se encuentra la falta de respuesta a las reclamaciones, presente en un 26% de los casos, dejando a muchos pasajeros sin información clara sobre sus derechos. Además, un 21% de los rechazos se basa en supuestas condiciones meteorológicas adversas, muchas veces sin evidencia que las respalde, lo que se convierte en una excusa recurrente para evitar pagar.
Otras razones para rechazar indemnizaciones, que representan un 13% de las negativas, incluyen la alegada insuficiencia de documentación proporcionada por los pasajeros, problemas atribuidos al control del tráfico aéreo, problemas técnicos y retrasos menores al umbral legal. En estos casos, las aerolíneas a menudo no presentan evidencias concretas que sustenten sus argumentaciones, complicando más la situación de los pasajeros afectados.
Esta tendencia a rechazar reclamaciones sugiere una estrategia sistemática diseñada para reducir costos relacionados con las compensaciones. AirHelp ha solicitado una mayor supervisión y sanciones por parte de las autoridades competentes, ya que el comportamiento de las aerolíneas podría estar comprometiendo los derechos de millones de pasajeros.
