La transición hacia un sistema eléctrico 100% renovable está transformando el panorama energético en Europa, presentando desafíos técnicos significativos que requieren una reevaluación de los fundamentos que han garantizado la estabilidad del sistema durante mucho tiempo. Uno de estos fundamentos críticos es la inercia del sistema eléctrico, que históricamente ha sido proporcionada por generadores síncronos en centrales térmicas, nucleares e hidroeléctricas. Esta inercia es esencial para mantener estable la frecuencia del sistema ante cambios repentinos en la demanda o generación. Sin embargo, con el incremento masivo de fuentes renovables, que no aportan inercia naturalmente, la estabilidad de la red enfrenta nuevas amenazas.
Los parques solares y eólicos, que se conectan a la red a través de inversores electrónicos, carecen de las grandes masas giratorias que han actuado como amortiguadores durante más de un siglo. Esto implica que, en un sistema completamente renovable, existe el riesgo de perder uno de los elementos clave que ha prevenido apagones en el pasado.
Además, el modelo tradicional de inercia tiene limitaciones estructurales, ya que requiere que las masas estén en movimiento, lo que implica tiempos de arranque y costos operativos, incluso sin generar energía. Este enfoque es ineficiente, costoso y también contaminante.
En este contexto, las baterías con tecnología avanzada, como los inversores formadores de red, surgen como una solución innovadora. Estas tecnologías permiten la inyección instantánea de potencia y aportan inercia virtual, estabilizando la red sin emisiones y de manera más eficiente. Al no depender del movimiento físico, su respuesta es digital, rápida y limpia, lo cual es crucial en un entorno energético en constante cambio.
Mirando hacia el futuro, la atención debe centrarse no solo en el costo o cantidad de energía generada, sino también en la estabilidad del sistema y su capacidad de respuesta ante perturbaciones. Gestionar adecuadamente la inercia será vital para garantizar el equilibrio en un sistema eléctrico dominado por renovables, donde la falta de inercia podría convertirse en una amenaza mayor que la propia ausencia de sol o viento.
La buena noticia es que, aunque los grandes generadores de inercia estén desapareciendo, las soluciones digitales pueden ofrecer respuestas en milisegundos, marcando un cambio hacia un paradigma más ligero, limpio y ágil.
Como parte de este avance, AleaSoft Energy Forecasting organizará un webinar el próximo 22 de mayo para explorar las perspectivas de los mercados de energía en Europa y la importancia del almacenamiento mediante baterías. Se tratarán temas como la previsión de demanda, la optimización financiera y el marco regulatorio del almacenamiento de energía, destacando cómo estas tecnologías pueden contribuir a un futuro energético más sostenible y eficiente.