La Asamblea Nacional de Venezuela, controlada por el oficialismo, ha convocado una sesión extraordinaria para evaluar la ruptura de relaciones diplomáticas con España, luego de que el Congreso español aprobara una resolución reconociendo al opositor Edmundo González Urrutia como presidente electo. Esta decisión ha provocado una respuesta enérgica por parte de los líderes venezolanos, quienes consideran que constituye una inaceptable intromisión en los asuntos internos del país.
Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento, ha exigido medidas drásticas contra España y ha calificado la situación como una grave amenaza a la soberanía de Venezuela. Durante su intervención, Rodríguez abogó por la ruptura inmediata de las relaciones comerciales y diplomáticas, pidiendo que todos los representantes de la legación española abandonen el país. Esta solicitud impactaría no solo a las embajadas, sino también a las empresas españolas operando en Venezuela, lo que aumentaría las tensiones entre ambas naciones.
Rodríguez argumentó que la respuesta del gobierno venezolano es una defensa firme de su soberanía frente a lo que consideran agresiones de la extrema derecha española. Asimismo, solicitó la suspensión inmediata de los vuelos comerciales entre los dos países, una medida que podría ocasionar repercusiones económicas significativas.
El presidente de la Asamblea también lanzó advertencias respecto a los acuerdos alcanzados con Estados Unidos, sugiriendo que Venezuela podría hacer públicos los detalles de tales acuerdos en un intento por presionar a Washington y exigir su cumplimiento tras negociaciones realizadas en septiembre de 2023. Rodríguez reafirmó su compromiso de defender la soberanía y autonomía de Venezuela, insistiendo en que no cederán ante presiones externas.
El discurso de Rodríguez recibió un fuerte respaldo por parte de los diputados presentes en la sesión, quienes manifestaron su apoyo a las propuestas de medidas contra las injerencias en la política venezolana. La situación se presenta como un nuevo punto álgido en las tensiones diplomáticas que involucran a Venezuela y España, y podría tener un impacto duradero en las relaciones internacionales de Caracas.
