En la mañana del 8 de julio, el caudal del río Tajo en Toledo experimentó una drástica disminución, pasando de 30 m³/s a 13,09 m³/s en solo tres horas. Esta notable bajada ha sido objeto de análisis por parte de la Cátedra del Tajo UCLM-Soliss, que ha identificado la causa principal en un área específica entre las estaciones hidroeléctricas del Puente de Algodor y la Casa del Diamantista, ubicada aguas arriba de la ciudad.
Los investigadores recopilaron datos de diversas estaciones del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), gestionado por la Confederación Hidrográfica del Tajo. En particular, entre las siete estaciones analizadas, se observó un aumento de 9 m³/s de caudal entre Almoguera y Fuentidueña, aunque no se logró esclarecer el motivo de esta variación.
Paralelamente, la estación de El Embocador en Aranjuez reportó una caída del 58% en sus caudales, atribuida en gran parte a captaciones agrícolas durante la época de riego. A su vez, la estación de Algodor mostró un incremento en el caudal, gracias a las contribuciones del río Jarama, que en esa zona superan las del Tajo. La estación de Toledo, por su parte, también mostró un nuevo descenso del 20%, lo que indica que la presión agrícola continúa afectando el caudal de la región.
La Cátedra del Tajo concluyó que el caudal en la cabecera del río está fuertemente influenciado por las regulaciones necesarias para el trasvase Tajo-Segura y las demandas de agua para riego. Además, destacó que el río Jarama ha sido un aporte significativo en el tramo medio del Tajo durante el periodo analizado.
A pesar de los descensos registrados, el estudio subraya que los caudales mínimos ecológicos establecidos para 2027 están siendo cumplidos a lo largo del río. En particular, se señala que incluso durante la caída de caudal en Toledo, se mantuvo el mínimo ecológico de 13 m³/s para la temporada de verano.
Sin embargo, la Cátedra advierte que la situación del río no ha sufrido cambios significativos. La alarmante cifra de 13 m³/s en Toledo resalta la crítica condición del río, indicando que los caudales mínimos fijados en el Plan Hidrológico no son suficientes por sí mismos para asegurar un ecosistema saludable.
Además, se ha observado que tras la caída abrupta del caudal por la mañana, hubo una rápida recuperación, alcanzando 44 m³/s a las 14:00 horas. Este patrón anómalo sugiere que el caudal pudo haber sido retenido de alguna manera en el tramo entre las estaciones analizadas, con una posterior liberación de agua.
La Cátedra del Tajo reitera que el tramo medio del río continúa experimentando alteraciones hidrológicas significativas debido a las regulaciones en la cabecera, la actividad hidroeléctrica y las captaciones para uso agrícola. Por ello, aboga por una revisión exhaustiva de la gestión del agua en esta crucial cuenca fluvial.
vía: Diario de Castilla-La Mancha