Las recientes revelaciones sobre las transcripciones de llamadas al 112 han reavivado las críticas a la gestión de la Comunidad de Madrid durante los momentos más críticos de la pandemia de COVID-19 en 2020, especialmente en lo que respecta a las residencias de mayores. La oposición, que ha vuelto a cuestionar la actuación del gobierno liderado por Isabel Díaz Ayuso, señala la desesperación de familiares y profesionales que intentaron, sin éxito, trasladar a los enfermos a los hospitales.
Las revelaciones, publicadas por elDiario.es, ponen de manifiesto la angustia vivida en aquellos momentos, lo que llevó a Juan Lobato, portavoz del PSOE, a calificar la situación de “intolerable”. Lobato también criticó la falta de acción del gobierno regional, indicando que la respuesta a las llamadas de emergencia fue un “portazo”, lo que refleja una “falta de sensibilidad” ante el grave estado en que se encontraban muchas personas y sus familias.
Por su parte, Manuela Bergerot, de Más Madrid, se refirió a los conocidos “protocolos de la vergüenza” y exigió a Ayuso que asumiera la responsabilidad por su gestión. También instó al gobierno a adoptar medidas de reparación para las víctimas y sus familiares, además de permitir que se lleven a cabo investigaciones para esclarecer lo ocurrido en las residencias durante la crisis sanitaria.
En contraposición, el Partido Popular defiende la actuación del gobierno durante la pandemia. Carlos Díaz-Pache, portavoz del PP, aseguró que el Ejecutivo hizo “todo lo que estaba en su mano” y que los pronunciamientos judiciales que han eximido de responsabilidad penal a la administración justifican su gestión. En este sentido, acusó a la oposición de utilizar el dolor de las víctimas en su beneficio político.
Además, Rocío Monasterio, portavoz de Vox, utilizó las revelaciones para respaldar la posición de su partido en esos años, afirmando que hicieron “todo lo posible para que no existieran los protocolos de la vergüenza” mientras el PP y Ciudadanos gobernaban en minoría. Esta afirmación subraya las diferencias ideológicas sobre la gestión de la pandemia y el impacto en las residencias de mayores.
Las diferencias entre el gobierno regional y la oposición destacan la división que aún persiste en la Asamblea de Madrid sobre la gestión de la pandemia. Los partidos opositores, al criticar al gobierno de Ayuso por su insensibilidad y falta de respuesta eficaz, reafirmaron la necesidad de asumir responsabilidades y se centraron en los errores que, según ellos, deben ser reparados. Mientras tanto, la situación actual en las residencias sigue siendo inquietante, con unas 50.000 personas viviendo en instituciones de titularidad pública bajo modelos que no han cambiado desde entonces, lo que resalta la urgencia de revisar las políticas para evitar futuros problemas. El debate sobre la gestión de las residencias en 2020, por lo tanto, continúa siendo un tema candente y cargado de emoción en la política madrileña.