El delegado provincial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Albacete, Ramón Sáez, ha visitado la empresa ‘Hermanos Aparici Rosa SL’, una destacada compañía agrícola centrada en el cultivo de la cebolla. Durante su visita, Sáez destacó la modernización que ha llevado a cabo la empresa gracias a una importante ayuda del programa FOCAL, que ha permitido la instalación de una nueva procesadora en el Polígono Romica de Albacete.
Este proyecto ha requerido una inversión cercana a los 2,2 millones de euros, con una ayuda del 24 por ciento del presupuesto total, lo que se traduce en un importe de 526.623,05 euros, otorgados en octubre de 2024. La modernización incluye la construcción de una planta industrial de 8.639,85 m², que cuenta con cuatro cámaras frigoríficas para preservar la cebolla, así como espacios administrativos y de servicios para el personal.
Entre las mejoras implementadas, se han realizado trabajos de acondicionamiento del terreno, urbanización exterior, vallado perimetral y la instalación de dotaciones logísticas, como básculas de pesaje y muelles de carga y descarga. Además, el proyecto incluye infraestructuras energéticas eficientes, como un centro de transformación, una línea de baja tensión y una instalación solar fotovoltaica de 100 kWp destinada al autoconsumo, reafirmando el compromiso de la empresa hacia la sostenibilidad y la modernización del sector agroalimentario.
Sáez subrayó la importancia de esta transformación, señalando que ‘Hermanos Aparici Rosa’ se ha consolidado como la mayor productora de cebollas en Castilla-La Mancha, con más de 4.000 hectáreas cultivadas y una plantilla de más de 80 empleados. La compañía alcanza un volumen de negocio que supera los 29 millones de euros anuales, lo que demuestra el impacto positivo del sector en la generación de empleo en áreas rurales.
La cebolla se perfila como un producto clave para la economía agrícola de la provincia, posicionando a Albacete como el principal productor de Castilla-La Mancha. Sáez también destacó cómo, gracias al trabajo conjunto de todos los actores involucrados en su producción y comercialización, este cultivo sigue ganando terreno en los mercados globales, donde se valora su calidad y trazabilidad.
En este contexto, resalta la importancia de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Cebolla de La Mancha, un sello de calidad que ha ido ganando reconocimiento desde su aprobación en 2023. La producción de cebolla bajo esta IGP ha crecido de 800.000 kilos en 2023 a más de 50 millones de kilos certificados en la actual campaña de 2025, consolidando su posición tanto en el mercado nacional como en el internacional.
Sáez apuntó que este distintivo de calidad garantiza no solo la autenticidad y trazabilidad del producto, sino también su homogeneidad, características cada vez más apreciadas por consumidores y grandes cadenas de distribución, así como por mercados internacionales, incluyendo Alemania, Francia y Reino Unido.
Durante su visita, el delegado también resaltó el papel crucial de PROCECAM, la Asociación de Productores de Cebolla de Castilla-La Mancha, que se ha convertido en una voz fundamental del sector, defendiendo los intereses de los productores y promoviendo el desarrollo y competitividad del cultivo en la región.
vía: Diario de Castilla-La Mancha
