Las últimas lluvias benefician el cultivo del girasol en Andalucía, según la Asociación Española del Girasol (AEG). Sin embargo, el estado del cultivo es variable, dependiendo de la fecha de siembra. La escasez de lluvia después de la siembra ha provocado una nacencia irregular en secano, con diferentes emergencias e incluso ausencia de planta en muchas parcelas.
En cuanto al desarrollo del girasol, se observa un mejor comportamiento en los girasoles más tardíos, con predominancia de la floración e inicio de la maduración en las parcelas más tempranas.
En Sevilla, se ha observado un escaso desarrollo del tallo y de densidad de plantas, aunque en algunas zonas la capacidad de retención de agua del suelo ha proporcionado un mejor desarrollo. En la campiña de Córdoba, la meteorología está siendo favorable con lluvias y temperaturas moderadas, lo que ha mejorado considerablemente la situación del cultivo. En Cádiz y Huelva, el girasol también se ha beneficiado de las últimas lluvias y las temperaturas suaves que benefician la fase de maduración de los capítulos.
Según la AEG, la superficie de siembra estimada en Andalucía se ha reducido en aproximadamente un 11% a cosecha, situándose en unas 187.000 hectáreas. Sevilla y Córdoba son las provincias más afectadas por esta reducción de superficie.
Debido a las condiciones de sequía en las que se ha desarrollado el cereal este año, se espera que el girasol como cultivo de rotación cumpla mejor las expectativas de producción y que los agricultores puedan soportar mejor las pérdidas en el cereal. La AEG espera que el tiempo acompañe y que las variedades de girasol propuestas por las empresas respondan al nivel de las expectativas en cuanto al rendimiento, para que el girasol siga siendo un cultivo de referencia en Andalucía.
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