Una realidad agridulce que enfrentan las autoridades de tráfico y los conductores en España es el uso del cinturón de seguridad. A pesar de que las estadísticas muestran un alto nivel de cumplimiento, aún existen personas que renuncian a este elemento crucial de seguridad vial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no utilizar el cinturón de seguridad es uno de los principales factores de riesgo de muerte y lesiones en caso de accidente.
En el último balance provisional de siniestralidad del año 2023, se confirmó que, a pesar de un aumento en el uso del cinturón de seguridad, aún hay víctimas en las carreteras que no lo llevaban abrochado en el momento del accidente. Según las cifras, 138 personas podrían haber sobrevivido si hubieran llevado puesto el cinturón.
¿Cuáles son las razones por las que algunas personas se resisten a usar el cinturón de seguridad? Según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) de Estados Unidos, las razones comunes incluyen olvidos, desplazamientos cortos, incomodidad, prisa y el temor a quedar atrapado en caso de accidente. Además, existe un grupo de personas que rechazan el cinturón simplemente por no querer que les dicten qué hacer.
A pesar de las campañas de concienciación y las regulaciones existentes, la resistencia al uso del cinturón de seguridad persiste en algunos sectores de la población. En España, los datos muestran que los conductores de turismos sin cinturón son los más afectados en términos de fallecidos y heridos graves, especialmente aquellos que también presentan otros factores de riesgo como velocidad, alcohol y drogas.
La conclusión es clara: el cinturón de seguridad sigue siendo el elemento más crucial para salvar vidas en la carretera. Es fundamental promover su uso constante y correcto para reducir el número de víctimas en accidentes de tráfico. La tecnología puede ser de ayuda, pero la responsabilidad final recae en cada uno de nosotros.
