En la noche de ayer, las delegadas de tienda de la provincia de La Coruña de Inditex llevaron a cabo un encierro en la sede mundial de la compañía en Arteixo. Esta medida, inusual en la historia del imperio textil dirigido por Marta Ortega, busca presionar a la empresa para que retome las negociaciones provinciales sobre mejoras laborales y sociales pendientes.
Las trabajadoras, pertenecientes al sindicato CIG, denuncian que han sido restringidas de recibir comida durante el encierro y que la empresa ha cortado la comunicación con ellas. En respuesta, han convocado una huelga en todas las tiendas del grupo en la provincia para el próximo 27 de junio, coincidiendo con el inicio de las rebajas.
Este movimiento de protesta surge como respuesta a la falta de avances en las reuniones de negociación entre los sindicatos y la patronal, que hasta el momento no han concedido mejoras laborales significativas. Las trabajadoras de La Coruña, representantes del 70% de los empleados en la provincia, continúan exigiendo un trato justo y respetuoso por parte de Inditex.
A pesar de la falta de comunicación por parte de la empresa, las trabajadoras se mantienen firmes en su posición y prometen seguir luchando por sus derechos laborales. Por ahora, el encierro en la sede de Inditex en Arteixo continúa, con la esperanza de que la compañía acceda a retomar las negociaciones y responder a las demandas de las empleadas de la provincia.