El Colegio Infantes de Toledo ha inaugurado este jueves la exposición ‘Guardianes de la tumba de Cristo: 800 años de los franciscanos en Tierra Santa’. Esta muestra, que presenta una colección de 30 fotografías del autor Thomas Coex, ofrece una mirada sobre la vida cotidiana de los franciscanos en Tierra Santa, con especial énfasis en Jerusalén. Las imágenes capturan momentos de oración, trabajo y descanso, reflejando la dedicación de estos religiosos en su labor pastoral.
La exposición ha recorrido previamente importantes ciudades como Jerusalén, París, Madrid y Murcia, y estará disponible en Toledo hasta el 20 de junio, ubicada en el exterior del colegio y la parroquia de San Julián. A la inauguración asistieron Thomas Coex, el custodio de Tierra Santa, fray Luis Quintana, el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, la presidenta de la Diputación, Concepción Cedillo, y la concejal de Cultura, Ana Pérez.
Durante su intervención, el arzobispo Cerro Chaves manifestó su agradecimiento por la llegada de la exposición a Toledo, recordando su reciente visita a la comunidad franciscana, donde inauguró una capilla en honor a la Virgen de Guadalupe. Subrayó la conexión entre la Archidiócesis y Jerusalén, describiendo la muestra como un reflejo de la belleza de los lugares sagrados en Tierra Santa, que él denominó «el quinto evangelio». En medio del conflicto que afecta a la región, lanzó un mensaje de esperanza para mejorar la situación de los cristianos en la zona.
Concepción Cedillo también expresó su gratitud hacia el arzobispado y a todos los que hicieron posible la exposición, destacando la labor histórica de los franciscanos en los lugares santos durante los últimos 800 años. Señaló que la exposición sirve como un homenaje a los cristianos que enfrentan adversidades en Tierra Santa, alineándose con la identidad de Toledo como «la Ciudad de las Tres Culturas».
La concejal de Cultura, Ana Pérez, concluyó resaltando el significado humanitario de las imágenes, que evidencian el crucial papel de los franciscanos en la custodia de los lugares sagrados del cristianismo. Agradeció a la comunidad franciscana por su dedicación y servicio, enfatizando la importancia de su trabajo y su impacto en todos los creyentes.
La exposición no solo es un testimonio visual de la labor de los franciscanos, sino también una invitación a reflexionar sobre la situación actual en Tierra Santa y a fortalecer la fe en la resurrección de Cristo en medio de la adversidad.
vía: Diario de Castilla-La Mancha