Ada Colau, quien durante ocho años ocupó el cargo de alcaldesa de Barcelona, anunció su intención de abandonar el Ayuntamiento a finales de octubre y dejará su puesto de coliderazgo en los Comuns en la próxima asamblea prevista para noviembre. Esta decisión llega tras una serie de derrotas políticas y una notable disminución de apoyo en las recientes elecciones municipales.
En un mensaje dirigido a la militancia de los Comuns, Colau confirmó que no se presentará a la reelección como coordinadora de la formación en la citada asamblea. En los últimos meses, su papel en el Ayuntamiento ha sido más sutil, ya que ha centrado sus esfuerzos en actividades internacionales y en iniciativas de izquierda a nivel europeo. Aunque su futuro político permanece en el aire, Colau no ha descartado la posibilidad de un regreso en las elecciones municipales de 2027.
Colau, quien ha sido una figura central del movimiento desde la histórica victoria de los Comuns en 2015, ha reconocido que, a pesar del desgaste electoral, su salida del primer plano político podría facilitar su posible retorno en futuras elecciones. Cumpliría así con el Código Ético de su partido, que prohíbe los mandatos consecutivos. Esta decisión también le evita tener que modificar nuevamente dicho código, como tuvo que hacer en 2023 para optar a un tercer mandato.
Desde su derrota electoral, Barcelona en Comú ha asumido un rol de oposición. A pesar de facilitar la investidura del nuevo alcalde, Jaume Collboni, los Comuns han quedado al margen del nuevo gobierno de coalición formado por el PSC y ERC. Ante esta situación, Colau ha intensificado su participación en foros internacionales, abogando por causas como el alto al fuego en Gaza y fomentando la colaboración entre partidos de izquierda en Europa.
Aunque su despedida del Ayuntamiento simboliza el cierre de un ciclo, la trayectoria de Colau sugiere que podríamos volver a escuchar de ella en el ámbito político en el futuro. Su enfoque en la actividad internacional y el trabajo en la Fundació Sentit Comú podrían ser indicios de una nueva fase en su carrera, esperando, quizás, un momento propicio para su retorno a la política barcelonesa.
