En un emocionante encuentro reciente, el equipo de balonmano Caserío de Ciudad Real se enfrentó a Agustinos en un partido marcado por la tensión y la estrategia en la cancha. El técnico Santi Urdiales no escatimó en elogios hacia sus jugadores al comentar sobre su desempeño, especialmente durante los últimos minutos del juego. Según sus palabras, la clave del triunfo residía en el trabajo colectivo y la capacidad de reacción ante los momentos cruciales que, sin duda, marcaron la diferencia a favor de su equipo.
Este triunfo otorga al Caserío una posición privilegiada dentro de su categoría, acercándolos al liderato y generando una moral elevada para enfrentar su próximo desafío en Burgos. Urdiales destacó la importancia de este momento, considerándolo ideal para tomar la delantera como líderes. La victoria no solo representa un logro deportivo significativo, sino también una estrategia psicológica que coloca al equipo en una situación ventajosa de cara a futuros enfrentamientos.
El entrenador manifestó su sinceridad al recalcar que, más allá de la habilidad individual de los jugadores, es el espíritu de unidad y cohesión lo que verdaderamente genera resultados positivos. A medida que se acercan a Burgos, la actitud del equipo parece ser firme y decidida, reflejando no solo su preparación física, sino también mental para lo que viene. Con este impulso moral y estratégico, Urdiales y su equipo miran hacia el futuro con optimismo, dispuestos a mantener su liderazgo y demostrar su valía en cada partido que disputen.