Una antigua iglesia abandonada en el extinto poblado de La Puebla de San Blas ha sido renovada y transformada en el nuevo Centro de Interpretación y Trashumancia de Villar de la Encina, inaugurado este miércoles en un acto presidido por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Este centro tiene como misión resaltar la importancia de la trashumancia y la historia del pueblo y su entorno. Además, ofrecerá a los pastores locales un espacio para asearse y descansar.
Durante la inauguración, el alcalde de Villar de la Encina, Santiago Vieco, reflexionó sobre la rica historia del edificio que alberga el centro y la angustia vivida por la última persona que habitó La Puebla de San Blas, quien observaba cómo su vecino, Villar de la Encina, mantenía una vida vibrante a pesar de la inminente desaparición de su propio pueblo.
Vieco subrayó la necesidad de «generar riqueza» como un medio vital para combatir la despoblación, insistiendo en que las administraciones no pueden permitir que los pueblos se vacíen. Este nuevo centro se ha creado con la esperanza de que la historia y la cultura jueguen un papel clave en la revitalización de la comunidad.
A pesar de ser un municipio con menos de 150 habitantes, Villar de la Encina ofrece servicios que han atraído a algunos matrimonios jubilados, quienes han decidido residir en un lugar que describen como «donde se vive bien».
El evento también contó con la presencia del presidente de la Diputación, Álvaro Martínez Chana, quien elogió la «perseverancia» del alcalde y su satisfacción con la creación del centro de interpretación. Martínez Chana destacó la necesidad de que las administraciones sigan apoyando al medio rural, especialmente en un contexto con «nubarrones» que amenazan su desarrollo.
En relación con estos desafíos, el presidente de la Diputación anunció su próxima reunión con los grupos de acción local de la provincia para alcanzar un consenso sobre la propuesta de la Comisión Europea que busca eliminar fondos destinados al desarrollo en la Política Agraria Común.
Para concluir el acto, Emiliano García-Page reafirmó la importancia del trabajo de los alcaldes, como el de Vieco, para mantener vivos sus pueblos. «Esto es en lo que creemos, porque es como en Fuenteovejuna, todos a una», afirmó el presidente, quien abogó por asegurar los derechos a la sanidad y la educación, independientemente de la densidad poblacional.
vía: Diario de Castilla-La Mancha
