Con la llegada de las olas de calor, crece la preocupación por mantener una alimentación saludable, especialmente ante la proliferación de información errónea en redes sociales y aplicaciones de mensajería. Este fenómeno de desinformación puede llevar a adoptar hábitos inadecuados que aumentan los riesgos para la salud. Ante este escenario, la compañía Herbalife, especializada en nutrición, ha decidido alertar sobre las creencias alimentarias erróneas más comunes durante el verano y ofrecer recomendaciones basadas en evidencia científica.
El calor extremo no solo afecta el sueño y el bienestar general, sino que también induce a la aparición de numerosos consejos sobre qué alimentos consumir para mitigar sus efectos. Sin embargo, muchas de estas recomendaciones carecen de fundamento científico y pueden ser perjudiciales. Herbalife destaca que simplificar las necesidades del cuerpo frente al calor puede ser contraproducente. Por ejemplo, la correcta hidratación no depende solo de la cantidad de agua consumida, sino también de los electrolitos en el organismo, que se pierden mediante la sudoración.
Florencia Braga, Dietista-Nutricionista y Gerente de Asuntos Científicos para EMEA en Herbalife, advierte que muchas personas modifican sus dietas sin la orientación adecuada, influenciadas por mitos como el creer que consumir únicamente fruta es suficiente o que las proteínas deben eliminarse por completo. Estas creencias pueden afectar el bienestar físico y mental, convirtiendo el verano en una temporada de riesgos asociados a la desinformación.
Entre los mitos más extendidos, destaca la creencia de que beber grandes cantidades de agua evita el golpe de calor. Sin embargo, ingerir mucha agua en poco tiempo puede causar hiponatremia, un trastorno que provoca confusión y fatiga. Contrario a la creencia popular, el consumo moderado de café y té no es deshidratante y puede contribuir a la ingesta diaria de líquidos.
Otro mito común es la idea de que la fruta es suficiente para la hidratación. Aunque frutas como la sandía y el melón son beneficiosas, no pueden reemplazar la ingesta de líquidos, que debe representar entre el 70 y el 80 por ciento de la hidratación diaria. Además, consumir solo fruta puede ocasionar desequilibrios nutricionales.
También se difunde la idea de que las comidas calientes aumentan la temperatura corporal y deben evitarse en verano. No obstante, se argumenta que consumir comidas calientes puede ayudar a la regulación térmica al estimular la sudoración. Asimismo, eliminar por completo las grasas de la dieta es un error. Las grasas saludables son esenciales para el buen funcionamiento del sistema nervioso y la absorción de ciertas vitaminas.
Finalmente, al perder el apetito en verano, muchas personas optan por saltarse comidas, aunque lo más recomendable es hacer comidas ligeras y frecuentes para mantener la energía necesaria sin sobrecargar el sistema digestivo.
Herbalife concluye que no se trata de seguir tendencias dietéticas pasajeras, sino de adoptar hábitos saludables y sostenibles a largo plazo, buscando siempre la orientación en fuentes fiables y profesionales expertos en la materia. Así, no solo se enfrentan mejor los retos del verano, sino que se transforma positivamente la calidad de vida.
