El sistema de salud de China ha encendido las alarmas ante un preocupante aumento de casos de metapneumovirus humano (HMPV), un virus respiratorio que ha comenzado a afectar a la población, especialmente a los menores y a las personas más vulnerables. Desde el 16 de diciembre, las autoridades han reportado un notable incremento en las enfermedades respiratorias agudas, lo que podría señalar la llegada de un brote significativo durante esta temporada invernal.
El HMPV se manifiesta con síntomas que se asemejan a los de un resfriado común, como tos persistente, fiebre, escurrimiento nasal, dolor de garganta y, en algunos casos raros, erupciones cutáneas. Sin embargo, en los grupos de riesgo, que incluyen a niños menores de 5 años, adultos mayores de 65, personas inmunocomprometidas y pacientes con afecciones respiratorias crónicas como asma o EPOC, el virus puede evolucionar a complicaciones serias.
La transmisión del HMPV se produce de manera sencilla a través de gotículas respiratorias que se expulsan al toser o estornudar, así como mediante el contacto físico directo o la manipulación de superficies contaminadas. Lugares como escuelas, hospitales y espacios públicos concurridos son considerados de alto riesgo para la propagación del virus.
A pesar de que no existe una vacuna disponible, las autoridades de salud destacan la importancia de implementar medidas preventivas que pueden ayudar a reducir el riesgo de contagio. Se recomienda el lavado frecuente de manos, evitar el contacto cercano con personas que presenten síntomas, el uso de mascarillas en lugares concurridos y la desinfección regular de objetos y superficies de uso compartido.
Los expertos en enfermedades respiratorias han señalado que, aunque algunos antivirales están siendo utilizados para combatir el virus, su eficacia contra el HMPV no ha sido comprobada. Esta situación subraya la preocupación del sector salud, que se encuentra limitado a manejar sintomáticamente a los pacientes en los hospitales.
El repunte de casos de HMPV en China pone de manifiesto la necesidad de un monitoreo continuo y de una respuesta rápida por parte de las autoridades sanitarias. A pesar de que la mayoría de los casos presenten síntomas leves, las posibles complicaciones para los grupos vulnerables requieren acciones preventivas urgentes para evitar que la situación se salga de control.
