En pleno corazón de Navarra, en la localidad de Zubiri, se encuentra Embutidos Arrieta, una empresa familiar con más de un siglo de historia en la elaboración de productos cárnicos de alta calidad. Haritz Arrieta, representante de la cuarta generación al frente del negocio, comparte la rica tradición y el futuro prometedor de esta emblemática marca navarra.
«Nuestra historia se remonta a más de cien años atrás», explica Haritz con orgullo, destacando el legado generacional que han conseguido preservar. Embutidos Arrieta ha mantenido viva una receta tradicional heredada de su abuela, mientras se adapta a las nuevas demandas de los consumidores, sin perder su esencia artesanal.
La filosofía de Embutidos Arrieta se basa en la utilización de materias primas de excelente calidad y en la elaboración artesanal de sus productos. Haritz resalta que compran carne fresca y utilizan ingredientes naturales, como en el caso de su chistorra, que contiene únicamente pimentón, ajo y sal, sin conservantes artificiales. Cada pieza es elaborada de forma individual y embutida en tripa natural, combinando tradición con las ventajas de la tecnología moderna. Parte de la carne proviene de cerdos de raza Duroc criados en semilibertad, lo que garantiza un producto final de calidad superior.
Entre sus especialidades destaca la Chistorra de Navarra, que cuenta con denominación de origen, algo que enorgullece a Haritz. La empresa también produce otros productos emblemáticos, como el relleno típico de la cuenca de Pamplona, la morcilla con toques de anís y canela, y las salchichas frescas populares entre los más pequeños. Recientemente, han ampliado su oferta con la introducción de cachopos, que están teniendo una gran acogida en el mercado.
Mirando hacia el futuro, Embutidos Arrieta ha renovado sus instalaciones en los últimos tres años, lo que les ha permitido aumentar la capacidad de producción sin comprometer su carácter artesanal. Asimismo, han lanzado una tienda online para adaptarse a los cambios en los hábitos de compra de los consumidores. «La sociedad evoluciona y la manera de comprar también. La empresa tiene que estar al día», señala Haritz.
La sostenibilidad juega un rol crucial en la empresa. Este año, instalaron paneles solares en el techo de sus instalaciones para reducir la dependencia energética y minimizar el impacto ambiental.
Situada estratégicamente en la primera etapa del Camino de Santiago, Embutidos Arrieta atrae a numerosos peregrinos que disfrutan de sus productos en el vecino Bar Valentín. Muchos de estos visitantes realizan pedidos tras regresar a sus hogares, lo cual ha incrementado la popularidad de la empresa.
Con la vista puesta en la expansión más allá de Navarra, Embutidos Arrieta participó el año pasado en el Salón Gourmet de Madrid y planea regresar en abril en busca de alianzas con distribuidores en toda España. Con más de un siglo de historia, Embutidos Arrieta demuestra que es posible combinar tradición y calidad artesanal con las demandas del mercado moderno, augurando un prometedor futuro lleno de innovación y compromiso con la sostenibilidad.