Lotería Castillo, situada en Alaquàs, ha vuelto a ser el centro de atención tras repartir el cuarto y quinto premio en el sorteo de Navidad celebrado el 22 de diciembre. Este establecimiento, que se ha convertido en un auténtico emblema de la suerte, ya había repartido el Gordo en los dos años anteriores, 2022 y 2023, consolidándose como un talismán de buena fortuna para la comunidad local.
Con una trayectoria de 14 años, Lotería Castillo se destaca no solo por los premios que concede sino por el cálido trato que ofrece a sus clientes. Marcos Bernabeu, portavoz de la administración, expresó su satisfacción por los recientes logros, calificándolos como una fuente de alegría para todo el pueblo. La administración ha sabido cultivar una atmósfera de confianza y camaradería que la ha hecho destacar entre los habitantes de Alaquàs.
El impacto del éxito de Lotería Castillo va más allá de lo económico; actúa como un símbolo de esperanza, especialmente significativo durante las fiestas navideñas. Aunque no se han revelado cifras exactas de los premios entregados este año, la emoción y el entusiasmo son palpables, infundiendo un ambiente festivo en las calles de Alaquàs. A pesar de la ausencia de celebraciones oficiales, el júbilo se respira en el aire, reflejando la ilusión de los afortunados poseedores de los boletos ganadores.
Este año sigue marcado por los triunfos para Lotería Castillo, que ya había repartido un tercer premio en enero. Estos eventos fortalecen su reputación como una administración donde la buena suerte parece establecerse con regularidad. La fidelidad de los clientes, atraídos por esta percepción de fortuna, ha sido crucial en el fortalecimiento del lugar como un punto de confianza y optimismo.
Con la vista puesta en el futuro, la expectativa en torno al próximo sorteo del Gordo de El Niño en 2025 es alta. Marcos Bernabeu ha expresado su ferviente deseo de continuar esta racha de éxitos y, tal como sugieren los recientes logros, este objetivo parece más que alcanzable. De esta forma, Lotería Castillo se mantiene como un faro de esperanza y suerte, no solo para los habitantes de Alaquàs, sino para toda la región, que cada diciembre espera ansiosa la magia que emana de este emblemático local.
