Las biotecnológicas de Silicon Valley están apostando fuerte por encontrar la solución para detener el envejecimiento, un objetivo que ha captado la atención de algunos de los empresarios más influyentes del mundo, como Elon Musk, Jeff Bezos y Larry Ellison. Estos magnates han decidido colaborar con Premios Nobel para impulsar proyectos que podrían cambiar el curso del envejecimiento humano. Esta tendencia por extender la longevidad no solo se queda en el ámbito tecnológico, sino que ha resonado en diversas regiones del mundo, especialmente en lugares como Marbella, donde la aspiración de alcanzar los 120 años se está popularizando.
El doctor Manuel de la Peña Alonso-Araújo se ha posicionado como uno de los defensores más destacados de esta nueva cultura de longevidad. Reconocido por su descubrimiento de un yacimiento de supercentenarios en Andalucía, De la Peña ha recorrido diversos lugares impartiendo su conocimiento sobre cómo llevar una vida prolongada y saludable. En una reciente visita a Ojén, el alcalde Juan Merino no escatimó en elogios al recibir al doctor, subrayando la relevancia de integrar hábitos saludables que permitan una longevidad plena y libre de enfermedades.
Durante esta visita, el doctor De la Peña destacó la existencia de aproximadamente 143 millones de personas mayores de 80 años a nivel mundial, que podrían vivir hasta 30 o 40 años más de vida activa. En su discurso, remarcó la importancia de mantener un espíritu con proyectos e ilusiones como clave para el bienestar después de los 80. También hizo alusión a la microbiota intestinal y cómo su cuidado —mediante la ingesta de probióticos, como lo hizo María Branyas hasta sus 117 años— puede ser determinante para la salud.
En otro evento celebrado en el Trocadero Arena de Marbella, De la Peña presentó su ponencia sobre los «senolíticos», componentes que posiblemente retrasen el envejecimiento celular al alterar la actividad genética. Aseguró que, gracias a la inteligencia artificial, alrededor de 800,000 moléculas están siendo estudiadas para convertirse en potenciales tratamientos antienvejecimiento. A lo largo de su intervención, destacó que este campo de la investigación podría ser revolucionario en el aumento de la esperanza de vida.
En su gira por la región, también hizo parada en el Club de los Rotarios en Puente Romano, donde alentó a los miembros a tomar en serio el mensaje de autocuidado de la salud, argumentando que ello conllevaría a una vida más feliz y satisfactoria. En ese contexto, presentó su obra más reciente, «Guía para vivir sanos 120 años», un libro que compila las costumbres de vida de supercentenarios de distintos rincones del mundo.
El compromiso de De la Peña con la salud y la longevidad le ha valido el reconocimiento como embajador de la salud y de la vida por la Academia de la Diplomacia en Sevilla. Esta distinción recalca su posición como líder en el campo de la longevidad saludable. A través de su labor al frente del Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social, continúa promoviendo vigorosamente investigaciones que buscan mejorar la calidad de vida mediante los avances en ciencia y tecnología.
