La presentación de las toallas en las habitaciones de los hoteles es un detalle que resalta la profesionalidad en el servicio de hostelería y que suele ser apreciado por los hóspedes. Implementar esta estética en casa puede parecer complicado, pero con algunas técnicas y consejos prácticos, es posible que cualquier persona logre una presentación digna de un hotel.
El primer paso para conseguir un acabado impecable es asegurarse de que las toallas estén limpias y sin arrugas. Utilizar suavizantes y detergentes que mantengan la suavidad y frescura del textil durante el lavado es fundamental. El secado correcto también evita inconvenientes como la rugosidad y los pliegues indeseados.
Una vez que las toallas están listas, el proceso de doblado comienza extendiéndolas sobre una superficie plana. Para lograr un acabado simétrico y atractivo, es recomendable realizar un doblez longitudinal, llevando la toalla a la mitad y emparejando los bordes con precisión. Seguidamente, se aplica el «doblez en tercios»: se dobla un extremo hacia el centro y luego el extremo opuesto se coloca sobre el primero. Este método no solo proporciona una apariencia ordenada, sino que facilita el almacenamiento eficiente en los estantes del baño.
Otro estilo popular es el «rollo de hotel», que se observa frecuentemente en spas y baños de lujo. Para realizarlo, se dobla la toalla por la mitad a lo largo y se enrolla desde un borde corto. Este método es ideal para toallas de mano o más pequeñas, dándoles un acabado sofisticado.
Los toques finales son cruciales para una presentación de alta calidad. Incorporar pliegues en las esquinas o formas decorativas puede llevar la disposición al siguiente nivel. Algunos prefieren añadir un toque olfativo con una ligera bruma de aceites esenciales o agua de flores, enriqueciendo así la experiencia sensorial.
El almacenamiento es igualmente importante. Las toallas deben colocarse de tal manera que los pliegues queden visibles hacia afuera, mostrando la superficie lisa y bien doblada. Esto no solo proporciona un aspecto limpio y organizado, sino que también facilita la extracción sin desordenar el resto.
En resumen, doblar toallas al estilo hotelero no es un arte exclusivo de los profesionales. Con dedicación y atención al detalle, cualquier persona puede hacer que sus toallas cotidianas reflejen lujo y hospitalidad en su hogar.
