En el día de hoy, la irrupción de Alvise Pérez en el panorama político ha acaparado la atención en el Congreso de los Diputados. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho referencia en varias ocasiones al agitador ultraderechista Alvise Pérez, quien recientemente ganó tres escaños en las elecciones europeas.
Durante la sesión de control en el Congreso, Pedro Sánchez no dudó en mencionar a Alvise Pérez al responder a la oposición. En declaraciones, el presidente afirmó que en las próximas elecciones habrá tres ultraderechas: la suya, la de Alvise y la de Abascal, dejando en evidencia su estrategia de asociar al PP con la ultraderecha para debilitar su imagen.
En una entrevista en TVE, Pedro Sánchez continuó haciendo alusiones a Alvise Pérez, mencionándolo en múltiples ocasiones en una sola jornada. Sánchez destacó la presencia de ‘Se Acabó la Fiesta’ (SALF) en el Parlamento Europeo, indicando que ya no solo hay una ultraderecha, sino dos, lo que considera una mala noticia.
La estrategia de Pedro Sánchez parece clara: resaltar la figura de SALF y Alvise Pérez para dividir el voto de la derecha y la ultraderecha, debilitando al PP en el proceso. Al presentar al PP como parte de un espectro político más radical, Sánchez espera erosionar su base de votantes moderados y consolidar el apoyo hacia el PSOE.
En resumen, Pedro Sánchez ha adoptado una estrategia para debilitar al PP utilizando a Alvise Pérez y su partido como una herramienta política. Con ello, busca capitalizar la fragmentación de la derecha y presentarse como una alternativa estable y moderada frente a una derecha dividida y radicalizada.
