El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de su Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal (IRIAF), ha dado un paso importante en la lucha contra los efectos del cambio climático en el ámbito rural. Según informó el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, durante la reunión del Consejo de Dirección del IRIAF, aproximadamente el 90% de los proyectos de investigación activos en la región se centran en analizar y minimizar los impactos del cambio climático en la agricultura y la ganadería.
Estos proyectos abarcan una amplia gama de áreas, desde la conservación y mejora genética del ganado ovino manchego hasta la adaptabilidad de la vid y la investigación sobre aceites esenciales en diferentes especies aromáticas. Todos estos estudios son fundamentales para mantener la viabilidad económica y la sostenibilidad de las explotaciones agrarias de la región.
El IRIAF, junto con sus ocho centros asociados, cuenta con una impresionante capacidad investigativa, con más de 200 profesionales dedicados al desarrollo de la ciencia agroalimentaria y forestal. Estos especialistas no solo llevan a cabo investigaciones, sino que también brindan apoyo y orientación constante a agricultores, industrias, cooperativas y asociaciones.
Además, el IRIAF ha gestionado un total de 70 proyectos de innovación y desarrollo, con fondos procedentes de diversas fuentes, incluyendo programación europea, nacional, regional y colaboraciones privadas con empresas. Esto ha resultado en la producción de 55 artículos científicos, 14 divulgativos, así como la participación en numerosos congresos y la generación de informes técnicos valiosos para el sector.
En cuanto a la transferencia de conocimientos, el IRIAF ofrece formación y difusión mediante cursos y jornadas que han beneficiado a 1.200 personas, demostrando el impacto directo y positivo de la investigación en el tejido productivo regional.
En otro frente, el Patronato de la Fundación Tierra de Viñedos discutió sobre el Plan de Actuación para 2024, el cual incluye actividades destinadas a resaltar la importancia cultural, económica y medioambiental del vino como patrimonio de Castilla-La Mancha. Estas acciones cuentan con el objetivo de impulsar la apreciación y el consumo responsable del vino, así como en la preparación de futuros profesionales en el sector de hostelería y restauración, reafirmando el compromiso regional con la preservación de sus tradiciones vitivinícolas y la estabilidad de las comunidades rurales.
El compromiso del Gobierno de Castilla-La Mancha y del IRIAF con la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático en el ámbito rural es evidente a través de estas acciones. Con una sólida base investigativa y un enfoque proactivo, la región se encuentra a la vanguardia en la lucha contra el cambio climático en el sector agrario y ganadero.
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