Por muy orgullosos que estemos de la nueva decoración de nuestra casa, si no reina el orden en ella no será lo mismo. El caos es el peor enemigo de los interiores domésticos. Nada como organizar el salón para comprobar que se disfruta más rodeado de armonía y con cada objeto en su sitio. Por eso no nos cansamos de buscar nuevos consejos y trucos que lo transformen en un templo del orden. Como éstos.
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Nos pasamos la vida en él, solos o acompañados con la familia y los amigos. De manera que invertimos tiempo e ilusión en tenerlo a la última en tendencias decorativas. Si es así, organizar el salón es clave para que esté siempre perfecto y nos proporcione toda la comodidad que le pedimos. A todos nos gusta encontrar el mando de la tele a la primera, y no tirarnos meses buscando el libro de la estantería porque no hay manera de dar con él. Veamos por dónde empezar a combatir este pequeño caos doméstico.
Organizar el salón a nuestra medida
La clave al organizar el salón de casa es pararnos a pensar previamente en todas las actividades que hacemos en él. Desde nuestros momentos de ocio, a esas horas que tal vez pasamos a diario concentrados porque nuestro rincón de trabajo hogareño está habilitado en uno de sus ambientes. De todo ello dependerá que necesitemos tener más ordenada una zona que otra de la estancia. O todas porque somos unos apasionados del equilibrio. En definitiva, nuestras aficiones y tareas rutinarias determinarán qué puntos son los más sensibles en el corazón de casa.
Sin duda, el mobiliario cumple un papel decisivo para empezar a organizar el salón con éxito. Pero no solo recaerá el peso en él. Hay otros elementos en los que podremos apoyarnos para acentuar la armonía, como esos auxiliares y asientos que permiten guardar en su interior. Sin olvidarnos de aplicar una máxima de oro. Jugar con recursos ópticos que refuercen visualmente el sentido del orden. ¿A que suena bien?
Los muebles que dejan ver
Nada mejor para empezar a organizar el salón que tener cerca esos muebles que permiten ver su interior. Así será posible aprovechar al máximo sus huecos para guardar y al mismo tiempo exhibir lo almacenado con una estética muy atractiva. Casi casi como los reportajes de decoración que nos cautivan en nuestros portales y revistas especializados.
En concreto yo apuesto por las vitrinas y las estanterías bajas y abiertas. Sobre todo si somos unos románticos de los libros de papel y ya no sabemos dónde y cómo colocarlos. Y lo mismo sucede con nuestras colecciones de revistas de ediciones antiguas. Tan maravillosas y vintage. Pero, ¿dónde ponerlas? Quizá ya tengamos alguno de estos muebles y por tanto solo sea cuestión de vaciarlos. Y si entra en nuestros planes incorporar alguno más a la estancia, es una oportunidad fantástica para escoger un diseño de estas características.
Las vitrinas modulares dan muchísimo juego cuando hablamos de organizar el salón porque tienen bastante capacidad de almacenaje. Y el hecho de poder ir añadiendo cuerpos es una ventaja infinita. Como son muebles que llevan frentes de cristal, es muy importante esmerarse al máximo en la disposición de sus objetos. El orden visual y apostar por la simetría serán nuestros grandes aliados.
Para que no parezcan excesivamente recargadas, lo ideal es hacer estantes escalonados moviéndolos de altura. Así podremos colocar por un lado nuestros piezas decorativas preferidas, como jarrones y recipientes de cristal o cuencos de cerámica. Y por otro apilar cajas y libros de distinto formato. El secreto será que estos pequeños bodegones estén bien compensados y repartidos, incluso en sus colores. Y reservar la parte inferior para todo aquello que más pese y de mayor volumen.
Auxiliares que son un tesoro
Cuando se trata de organizar el salón otra misión fundamental es perder de vista esos pequeños utensilios y aparatos que lo invaden todo. Tenerlos a mano pero guardados, fuera de nuestro campo visual. Por ejemplo los dispositivos electrónicos, mandos a distancia y sus respectivos cables. Por no hablar de los periódicos y suplementos que andan del sofá a la mesa y viceversa. Y de las mantitas y plaids que parecen tener vida propia y no hay modo de mantenerlos apilados y doblados.
Lo mejor es buscar un sitio específico para cada uno de estos elementos que generan caos. Y no es nada difícil. Los pufs grandes que permiten almacenar en su interior son un descubrimiento para todos esos textiles que necesitamos guardar cuando ya no los usamos. Y de paso añadimos un asiento extra a la habitación. Lo mismo sucede con las mesitas auxiliares que a la vez son pequeños puntos de almacenaje. Sin duda son un invento y sus diseños modernos van fenomenal en salones decorados con un estilo moderno e informal.
Cuando buscamos ideas para esconder los mandos a distancia, las cintas de juegos y películas, nada como recurrir a soluciones de toda la vida. Los revisteros son esas piezas auxiliares cien por cien eficaces para tener a mano las lecturas habituales sin estorbar. Y además podemos ser todo lo originales y modernos que deseemos porque hay para todos los gustos. Diseños de madera, hechos con materiales reciclados, minimalistas, o adaptables para colgar en el brazo del sofá. Comodísimos.
Las cajas con tapa también serán de gran utilidad para nuestros mandos y cintas. Sobre todo si planteamos una clasificación por colores y tamaños. Organizar el salón en un pís pás es así de fácil.
Librerías bajo control, todo un reto
Uno de los lugares más delicados a la hora de organizar el salón es la zona de la librería porque es difícil mantener en perfecto orden todo lo que almacena. Y más aún si trabajamos junto a ella, en un despacho integrado en la estancia. Las paredes móviles son una solución muy recomendable para esconder esta zona de estudio cuando no queremos compartirla con el resto. O bien porque necesitamos una mayor concentración y aislamiento, o bien porque en ella reina el caos.
Las librerías son muebles que aportan una innegable personalidad y dicen mucho de nosotros. Y por eso nos apetece tanto lucirlas impolutas y cada cosa en su sitio. Algunas recomendaciones son de gran ayuda para mantener a raya los libros y las enciclopedias. Y encima resultan más decorativos. Primera lección, dejar que los huecos respiren, no llenarlos por completo.
La segunda idea es alternar los volúmenes con distintas colocaciones. En unos cuerpos pueden ir apilados en horizontal, los que tengan las encuadernaciones más vistosas. Si se colocan formando una pirámide darán cierto movimiento al conjunto. Y reservar otros huecos para disponer libros en vertical, alguno de ellos inclinado si nos apetece crear simetrías. Con este plan para organizar el salón a nuestro gusto, seguro que nos sentiremos algo más felices en él.
¿Piensas lo mismo?
Puedes leer la entrada original y completa en Consejos para organizar el salón y convertirlo en un templo del orden de la revista online Decoración 2.0.