Luis Rubiales, ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), mantuvo informado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acerca de un acuerdo con Arabia Saudí para celebrar la Supercopa, ahora objeto de una investigación judicial. Este contrato, que trasladaba la Supercopa a Arabia Saudí, formaba parte de una estrategia más amplia que incluía cambios en la legislación deportiva española y contaba con el apoyo de destacados representantes del ámbito deportivo y político, suscitando preguntas sobre las responsabilidades éticas derivadas de tales negociaciones.
Las consecuencias del acuerdo han generado un intenso debate sobre la influencia política en el deporte en España y la gestión de alianzas internacionales de esta envergadura. La implicación económica del pacto, que reportaría unos ingresos de 40 millones de euros por edición durante seis años a la RFEF y las presuntas comisiones destinadas a la empresa Kosmos de Gerard Piqué, han añadido controversia a la situación. Además, la transparencia de dicha operación se ha puesto en duda, destacando la participación de figuras políticas como Irene Lozano y el entonces director de Gabinete de Sánchez, Iván Redondo, en las discusiones previas al acuerdo.
La investigación judicial en curso busca aclarar la legalidad y la transparencia del contrato, investigando el papel de los implicados en el acuerdo y su conocimiento sobre los detalles y condiciones del mismo. Este escándalo ha evidenciado una compleja red de relaciones entre el deporte y la política en España, planteando serias preocupaciones sobre la integridad del fútbol español y la confianza en la gestión de sus instituciones, donde la ética y la transparencia emergen como aspectos cruciales para recuperar la credibilidad dañada.
